Viaje de fin de semana muy recomendable para los estudiantes: Las Cataratas del Iguazú!

He estado estudiando español en Buenos Aires desde hace varios meses, ya que estoy haciendo una pasantía aquí en Argentina. Me encanta Buenos Aires y he visto un montón de cosas increíbles en este país.
La semana pasada regresé de un viaje verdaderamente único a Lanmark. Los sonidos, los colores, la enorme extensión que es una combinación de todo, que hacen de esta cascada única. No sabía que era posible disfrutar de esta cantidad de litros y litros de agua cayendo. Es obvio porque las Cataratas del Iguazú son una de las Siete Maravillas del Mundo, junto con Machu Picchu en Perú, entre otros.

Nuestro viaje salió de la bulliciosa ciudad de Buenos Aires y después de aproximadamente 18 horas llegamos a las 12:00 pm a nuestro albergue en Iguazú. Aquí fue cuando realmente sentimos que estábamos en unas vacaciones cortas; después de vivir varios meses en una gran ciudad, nuestro bonito hostal con una gran piscina en medio de la impresionante flora y fauna y en total silencio, fue el marco ideal.

 

Al día siguiente empezamos a explorar el Parque Nacional Iguazú con una visita al lado argentino de las cataratas. Una vez que llegamos nos llamaron inmediatamente para ver algunos ositos con una nariz larga, llamados Coati. Pensamos que eran tan lindos. Tomamos algunas fotos de ellos, pero más tarde nos enteramos de que estos osos no son tan lindos como se ven. No son lindos en absoluto, de hecho, ya que son muy descarados y son pequeños ladrones de comida.

 

 

El camino a las cataratas era un laberinto de puentes y carreteras; pasamos hermosas cascadas, una por una. Luego llegamos a un lugar con botes y una lancha rápida que pasan cerca de las cascadas. Decidimos hacer el viaje en bote. Estábamos de pie en la línea de espera antes de poder abordarlo, mientras esperábamos vimos otras personas que salían de la embarcación totalmente mojadas.

 

El bote arrancó deteniéndose en el camino con un lado cerca de las cascadas, pero no tan cerca, así es que pudimos tomar algunas fotos. Después fuimos al otro lado de las cascadas, donde casi pasamos debajo de las cataratas. Nos sacudimos hacia atrás y adelante y nos quedamos empapados. Fue toda una experiencia, tomó sólo diez minutos, pero fue asombroso llegar tan cerca de las cascadas.

 

Al día siguiente fuimos a la parte brasileña, donde tuvimos una vista panorámica. Y dado que la mayoría de las cataratas están en el lado argentino, tuvimos una vista perfecta desde el lado brasileño.

Sin embargo, yo prefiero el lado argentino, porque en Brasil todo está tan organizado que no se siente como si uno estuviera caminando en la naturaleza, me sentí más como si estuviera visitando un parque de diversiones.

 

En Brasil irás en bus al parque en lugar de caminar por la selva como en el lado argentino. Una vez que sales del bus sigues esta ruta decorada en forma de paisaje perfecto con muchos turistas por las cascadas, donde puedes tener la vista sorprendente. Luego de tres horas habíamos visto bastante en el parque brasileño.

Recomendaría el lado brasileño porque la vista es fantástica, pero la sensación de la selva en la Argentina fue mi mejor experiencia.

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