Ser Voluntario en Buenos Aires, una experiencia que te dejará impactado de por vida
Cuando te ofreces para ser voluntario en Buenos Aires ( Argentina ), los impactos de la experiencia en tu vida serán para siempre. Ese es el caso de Evelyn Hombrink . Ella es una voluntaria de 23 años que trabaja como asistente de cuidados intensivos en Holanda. Se graduó el año pasado y en la actualidad está realizando su trabajo voluntario en Buenos Aires, en un refugio para adolescentes que tienen problemas sociales o psicológicos y que por lo tanto son incapaces de cuidar de sí mismos o de vivir con sus familias. Evelyn es una de las participantes de nuestro Programa de Voluntariado en la Argentina; ella primero tomó cuatro semanas de clases de español en Buenos Aires y después comenzó como voluntaria del refugio.
Los chicos en el albergue de San Pablo tienen entre 7 y 17 años de edad y la mayoría provienen de familias disfuncionales, con violencia doméstica, antecedentes de abuso o muy pobres. Estos muchachos están luchando con los trastornos mentales o enfermedades psicológicas, lo que hace que sea muy difícil para sus familias cuidar de ellos. Este albergue da a los niños un hogar y trata de darles una vida estructurada y estable. La razón por la que Evelyn quería trabajar en este proyecto fue su interés por comparar el mismo tipo de trabajo en Argentina, con su trabajo en casa. Quería ver las diferencias y similitudes en la organización y el ambiente de trabajo entre su país y el centro de Buenos Aires.
“Este hermoso video realizado por Elise Gudbrandsen da una gran impresión del Hogar y los chicos”
¿Cómo fue tu primer día en el Hogar?
“Fue un poco diferente de lo que esperaba . El Hogar está en el centro de la ciudad sin un jardín o cualquier lugar para salir a la calle. Por otra parte, todo era bastante pequeño, oscuro y un poco desordenado… Durante la primera reunión , uno de los niños fue casi un poco agresivo. Sin embargo, todos los empleados fueron muy amables y me hicieron sentir muy cómoda. La directora del Hogar habla Inglés, así que cuando yo no entendía plenamente a los chicos en español, ella me ayudaba. Al principio fue un poco difícil hablar con ellos, pero cuando les pedí que hablaran despacio las cosas empezaron a mejorar “.
Evelyn tuvo la oportunidad de pasar tiempo con un pequeño grupo de niños debido a que el resto del grupo se encontraba en un campamento de verano. Esto le permitió observar a los chicos y llegar a conocerlos mejor. La mayor parte del tiempo, ella se la pasaba jugando con ellos y les enseñó algo de Inglés. El único consejo que quiere dar es: trabajar como voluntario en este Hogar es especialmente bueno para las personas que tienen experiencia en el trabajo con niños que tienen discapacidades mentales y trastornos.
“Aprendí mucho de esta gran experiencia” , dijo Evelyn, y se ha hecho que me dé cuenta de lo afortunada que soy al tener una vida cómoda en Holanda. Aprecio mi vida más y llevaré esta experiencia con los chicos en Argentina conmigo por el resto de mi vida.”
